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Rong - Live At New Alliance

El escuchar a Rong es una debilidad com la de Cocaine Piss, y más si es en directo a través de su "Live At New Alliance", donde 'Coincidence' refleja que su egg-punk cromáticamente tensionado en ruido, es un placer añadido en el que su nerviosismo no obedece a ningún estímulo exteriorizado y sexualizado, centralizando todos ellos en la fuerza endiablada de 'Millenial Hell', encaramada a los vocales destrozados mentalmente en un agujero negro de difícil salida emocional, siendo su lengua bípeda un terror acólito de psicodelia y metal, donde el desorden es el acompañamiento perfecto a esa instrumentación industrializada en maquinaria, apoderándose 'Cast Aspersions' de un sacrilegio de corte inmundano, el cual altera la sangre al mezclarse con la de la plebe, resultando un tsunami inteligible para quien no comulgue con su excéntrica religión, estilísticamente hablando, tocando las teclas exactas como método para que presida el caos en el mosh pit.

En 'Fake Fate' el punk hardcore hostigado en pundonor del guitarrista George Hooper, el bajista Max Goldstein y el batería Adric Gilles, en dos bandos instrumentales bien diferenciados, se acopla a una presión por la que merece la pena perder el control, si es que a estás alturas había alguna intención de golpes bajos y a destiempo, para no hacerlo y subsistir a base de otra metodología con la que no comulgan, resultando 'Spiritual Advi$or' como vorágine lasciva de riffs venideros de todos los altavoces, batiéndose en duelo consigo mismos mentalmente en modo destrucción masiva, por aquello de que por allí asoma hasta un death trash callejero, cuyas constantes vitales afectan a los músculos y cerebro de 'Dayglo Future Leak', creando desconexiones efímeras que utilizar en interrogatorios ilegales y así obtener un canto de pajaritos autoinculpados, cuyo éxtasis es la desestructuración de metalización rebelde y sin pelos en la lengua, lo que da lugar al martes negro de 'Wet Edge', o el mayor descalabro sonoro que se les conoce, hincando rodilla en el suelo mientras el pogo sigue girando en círculos viciosos de cordialidad drogada en fuzz y garaje, con la voz de OWB ordenando y mando a diestro y siniestro.


📷 Ben Stas