El dúo (no así en directo) procedente de Colonia tiene en 'Celestial' un patrón que seguir gracias a la buena combinación analógico-digital de la que hacen gala en su discurso absorbido por un filtro que se va diluyendo entre las cucharadas con las que el teclado se encarga de remover el ambiente, salpicando a su paso a una 'UpStairs' que se mueve a través de la suavidad instrumental y el regustillo amargo épico de bandas como U2.
Los vocales de Azhar quedan a un lado en 'House Of Deer', donde Julian toma el mando para deleitarnos con una experimentación en donde diferentes historias confluyen en una rítmica retraída por el dolor que la oscuridad no hace más que agravar.