Best Kept Secret Festival'15

Si el Best Kept Secret Festival del año pasado fue grandioso, este año se ha visto superado en cuanto a grandes y pequeños detalles, en donde una de las más importantes noticias musicales ha sido ver de nuevo a un Pete Doherty sonriente, nada que ver con la persona que apareció ante el público a la hora de tocar con los Babyshambles.





Día 1

Pero antes de ello, METZ abrieron el camino de un viaje en el que no faltaron canciones de sus dos discos erigiéndose como vencedoras 'Wet Blanket' y 'Acetate', del primer y segundo disco, respectivamente. Tras recibir una buena dosis de hardcore, noise y punk el cuerpo pedía seguir en esa línea, además de que había visto recientemente a Drenge en París. The Coathangers son un trío de noise garagero de féminas dispuestas a comerse el mundo a través de su música, en donde no dudaron de cambiar sus roles instrumentales durante su actuación, para dejar constancia de que llevan su música en lo más adentro de su ser, llegando al manga japonés a través de las cuerdas vocales de Julia para dar forma a 'Trailer Punk Boneyard' o llegando a un éxtasis punk diabólico de la mano de 'Follow Me'.

FIDLAR llegaron con las mismas ganas que el público tenía de disfrutar de ellos. Después de anunciar hace unos días que en Septiembre su segundo pupilo verá la luz, "Too", lo lógico era presentar el tema con el que se hizo este anuncio, '40oz. On Repeat', lo que unido a los hits de su álbum debut como 'Cheap Beer', 'Max Can't Surf' o 'No Waves', consiguieron que sus fans llegaran a un estado de locura emocional como todavía no se había dado en los conciertos anteriores, y no iba a ser la última vez.

YAK fueron una de las New Band To Watch (#NBTW) que quería ver en directo, ya que el sonido de su 7" "Plastic People" juega con una mezcla de psicodelia y Jack White, que en vivo toma un cariz todavía más potente, e incluso con poses hacia la prensa a su estilo, léase Oliver rasgando las cuerdas de su guitarra contra el suelo o el vallado, estado perfecto para recibir a Eagulls y su complejo entramado de post-punk y noise, donde hicieron de su set un bucle en el que tuvieron tiempo hasta de presentar  un par de canciones que conformarán su segundo álbum.

Uno de los 'must' era ver a señor Chet Faker y su debut "Built On Glass", uno de los discos que más me sorprendió el año pasado. El set empezó con dos canciones instrumentales, para luego aparecer Nicholas sobre el escenario e intentar encandilar al público con 'Blend' o 'Talk Is Cheap', pero para aquel entonces la entrada había quedado a todos fríos y no fue hasta 'No Diggity' cuando el público empezó a mostrar signos de reacción, siendo los míos dirigirme a ver a OFF!, supergrupo de punk-hardcore que devolvió las cosas a la normalidad, con un concierto en el que el público no dejo de bailar al estilo mosh en ningún momento mostrando así el grado de enajenación al que se llegó.

Para relajar, un poco de The Jesus And The Mary Chain y su "Psychocandy" que cumplia 30 años, y se notó que lo que sonaba había envejecido como sus integrantes, manteniéndose vivos gracias a fuzz y al bajo; y es que a veces es mejor dejar las cosas estar, o quizás sea yo que no me acostumbro a estos revivals tan a la ligera. Aún así sirvió para despejar unas piernas que empezaban a pesar y a las que les quedaba el plato fuerte de la noche...

...ese en formato cuarteto de Londres de nombre The Libertines. La expectación era máxima y el festival lo sabía amén de la presentación previa que se brindó al público a través de las pantallas con fotografías de la banda en tiempos pasados, y es que la nueva reunión con un Pete en principio desenganchado de las drogas y un nuevo disco en los próximos meses lo merecía. Descubrieron 'Gunga Gin', un tema que estará en su tercer álbum, y clásicos como 'Can't Stand Me Now', 'Don't Look Back Into The Sun' o mi favorita 'Up The Bracket', pero lo más importante fue ver a Pete reír, juguetear con Carl y tener esas putas de ganas de no bajarse del escenario.

Día 2

A Matthew E. White le pillé casi de fondo presentando su disco debut "Fresh Blood", y mejor así porque no soy muy devoto de su cancionero, todo lo contrario que me sucede con Mourn y su disco debut homónimo. Tenía ganas de ver a unos compatriotas dándolo todo en el escenario, y respondieron dando uno de los mejores conciertos del festival. La gente, pese a su juventud, se quedó prendada de los pupilos de Captured Tracks, los cuales van a tocar un techo mayor que el que marcan 'Your Brain Is Made Of Candy', las nuevas canciones que presentaron u 'Otitis'.

John Coffrey jugaban en casa y eso se notaba. Con un tercer disco bajo el brazo, hubo tiempo para sorprender a la gente, hacerla corear y a mí a probar lo que un kebeb vegano contenía en su interior antes de poner rumbo a ver a Temples. Y algo falló. La hora, como ellos mismos dijeron no acompañaba, y eso es mucho después de tocar 'Shelter Song' y 'Sun Structures', así que la hora de ver a HINDS estaba ya marcada. Sonaron 'Between Cans', 'Castigadas En El Granero', 'Bamboo', y un cierre cargado de energía con su versión de 'Davey Crockett', y todo ello viendo al cuarteto madrileño cada vez mejor, y es que la experiencia es un grado, como demuestra Outfit y la electrónica fina y bien elaborada que recogen sus dos álbumes hasta la fecha, con la voz de Andrew llegando hasta el alma, llegando a transmitir en directo lo que en el disco consiguen sólo a medias.

El cuerpo volvía a pedir marcha, y Cheatahs se la dieron a modo de shoegaze, del que imprimen en su álbum debut homónimo y sus dos EP's, el último de ellos "Muarasaki" con mayor peso dentro del set, pero sin olvidar clásicos como 'Geographic', que siguió en mi cabeza hasta después de ver a Death Cab For Cutie, los cuales brillaron por su ausencia, en una banda que nunca había visto en directo y que me hicieron recordar porque había perdido el interés en ellos.

Föllakzoid son de canciones largas, así que al igual que ocurrió con Eagulls el día anterior, me pareció estar en una nube de psicodelia y música cósmica con 'Electric' y 'Pulsar' como estandartes, dentro de una discografía que se va consolidando bajo el amparo de Sacred Bones Records. Y de vuelta a los clásicos que vuelven como el turrón por navidad, y con las pocas ganas que me quedaron después de The Jesus And The Mary Chain, me atreví a ver a Ride. Y oye, mira por donde, 'descubrí' a una banda llena de ruido y distorsión en donde Mark se coronó como el nuevo Iggy Pop.

El amor por Hookworms viene dado de la mano desde que conocí a Menace Beach, en donde MJ es el productor su álbum debut, y en donde también ha metido mano en los suyos propios, léase "Pearl Mystic" y "The Hum", aparte de ser el cantante. Esa mezcla de noise y psicodelia fue entrando por mis oídos como un tiro, hasta que uno de los que la multitud surfeaba dió con sus morros contra el suelo y todo se fue al traste ya que la preocupación hizo mella en el público y hasta la propia banda. Brilló 'Form & Function'. Y llegaba A$AP Rocky, que lo petó, pero a mí me quedó un poco así debido a que el colega se presentó con otros tantos danzando de un lado a otro cantando todos a la vez.

Con los oídos despejados fui a ver al 50% de Oasis, Noel Gallagher, el cual tuvo también su presentación, con fotos de pequeño, y no, no salía Liam en ninguna de ellas. Y tanto él como su familia de escenario hicieron su trabajo, el de llegar, tocar e irse, en donde el mayor pero radica en la guitarra española, la cual no pega nada con sus compañeros de reparto, solo en solitario. Poco a poco fui saliendo de la masa que formaban las 20.000 personas para dar una segunda oportunidad a Ghost Culture, que por desgracia, como en el The Great Escape, tuvo muchos problemas para llevar su disco al directo, así que para bailar antes de Kiasmos, fui a ver a Future Brown y Patten. Los primeros muy eclécticos y los segundos entre la oscuridad y el hipnotismo, genial para ver el experimento de minimal y techno que el señor Ólafur Arnalds y Janus Rasmussen se traían entre manos. Sus canciones combinan la electrónica y la majestuosidad del piano, en las trguas que la electrónica le da, para dar con la clave de su música, ya que si fuera por la electrónica no brillarían mucho

Día 3

El tercer día, un poco de lluvia me impidió llegar a tiempo para ver a los nuevos The Libertines... Pretty Vicious, y es que canciones como 'Cave Song' así lo demuestran. Pero la energía que iba a desgastar con ellos la utilicé con Marmozets, su math rock y el punk vocal de Becca, a la cual si la da la gana llega al grindcore como en 'Move Shake Hide', incluida en su álbum debut "The Weird And Wonderful Marmozets".

De ahí a uno de los platos fuertes en el día de las NBTW, Wolf Alice, que venían a presentar las canciones de su álbum debut todavía no ha sacado a la venta "My Love Is Cool". La fragilidad pop de 'Freazy' va perdiendo forma en 'You're A Germ', donde sale su lado más gamberro, el cual se desborda con el grunge de 'Moaning Lisa Smile'. Para cerrar su concierto qué mejor que 'Bros', su mayor éxito por longevidad del mismo, porque este disco tiene todavía más calidad, como "A Dream Outside", el debut en largo de Gengahr, que es la banda que Alt-J debieron tener antes de llamarse así y editar "An Awesome Wave", en donde la voz de Felix es pura dulzura andrógina que transmite paz por mucho que detrás de por ejemplo 'Heroine' los chicos se empeñen en ensuciarlo todo con un rock que apunta al garage. Ni pueden con Felix ahora ni lo van a hacer después.

Y qué mejor que continuar con el juego de voces que con Katie Crutchfield, la cabeza visible de Waxahachee, que tiene también ese don de encandilar a la gente como sucede en 'Swan Dive' o agarrar su guitarra en 'Coast To Coast' y transmitir esa apatía del grunge más comedido junto algún que otro estallido punk.

Alvvays van en modo modosito y de no haber roto un plato en su vida, bien reflejado en 'Adult Diversion', pero se destapan con 'Archie, Marry Me', sonando las guitarras super potentes para lo que es la versión en disco, quizás también es porque fue la canción más coreada y ni ellos podían oírse entre sí, como les puede ocurrir en cualquier momento a Rats On Rafts, los cuales se meten en su mundo y nadie les hace salir de ahí, creando un efecto pandora con el público con un Joris a las baquetas que me hizo ver al mejor batería que jamás haya visto. Para el que quiera probar que enganche 'Sleep Little Child' con '(Machine) 1-6-8' y me cuente después.

Lo que iba a ser un momento de relax, hizo que fuera un momento Swim Deep tras la caída del cartel Badbadnotgood, así que a disfrutar con un set en el que a diferencia del TGE, fueron más a saco y presentaron algunas de las canciones que conformarán su segundo álbum.

El único dilema se presentaba con Royal Blood o Ariel Pink. Debido al relativo éxito de los primeros y las locuras del segundo, me decanté por la sorpresa que podía suponer este último, cosa que consiguió él y parte de sus chicos, saliendo vestidos de chicas, tacones incluídos, a los cuales Ariel parecía estar más que acostumbrado. Enérgico y conectando con el público, fue uno de esos conciertos de dejarse llevar por el ambiente más que por lo musical. La jugada me pudo salir mejor, puede ser, pero ya lo comprobaré cuando vea a Mike y Ben en otra ocasión.

Antes de cerrar el festival tocaba bailar un rato con SOHN, perfecto aperitivo para recibir a Alt-J. Christopher Taylor a sabiendas que la tecnología de la que está pendiente no le hace un gran favor, dispuso de un sistema de luces que combinaban musicalmente con sus temas, y a medida que se iban sucediendo 'Tempest', 'Ransom Notes' o 'Lights', la cosa se iba animando hasta llegar al clímax conjunto con 'The Wheel' y 'Artifice', donde acabó subido a su mesa extasiado por lo vivido, que junto a 'Matilda', 'Breezeblocks' y sobre todo 'Tessellate' de los de Leeds, hicieron que la vuelta a casa fuera con una sonrisa a pesar de abandonar un lugar que durante tres años me hace recordar porque amo la música y porque siempre verla en directo es un placer incomparable a cualquier cosa que suceda en estos tres días.