La versión a la española de Urochromes proviene de Kansas City, se llama Mentira, y contiene en su haber al cuarteto formado por Anthony, Ricardo, Dakota y Josh, los cuales practican punk y hardcore de pulso elevado, poniendo sus credenciales desde el batiburrillo inicial de noise que chirría violencia de género masculino en 'Humano', dejando que el lo-fi claustrofóbico del estudio donde han grabado, se apodere de la ansiedad de esos vocales de secta que emanan sin parar del micrófono, empeorando esta en 'Condenados Y Atrapados', donde los Muggers más sucios se meten donde les llaman, afligiendo mayor angustia en su tarea de remover conciencias, las cuales, en 'Normalidad' se intentan enfrentar a la vida que los demás proponen, con algo de dignidad y con más gloria que pena, conteniendo la respiración durante la violencia que solo ellos son capaces de verter para que el mensaje llegue sin interferencias.
'Seres Despreciables' vuelve a los orígenes, licuando noise para convertirlo en un pasta de hardcore que reclama autocrítica de la forma más frustrada que existe, arrancándose los pelos cada vez que se alejan del micrófono, el cual tiene un poder de continencia que no es capaz de absorber 'Desastre', y es que la desesperación tiene un límite, el cual juega con su salud mental, y aunque como bien recuerda 'Completas' en eso de que el poder reside en uno mismo, es cuestión de cada uno caer rendido o levantarse, aunque lo segundo esté casi interpuesto por cachavas.