El álbum debut de Kins en 2013 fue toda una revelación sensorial que hizo que fuera el disco más escuchado por mis dos oídos ese año, pero tras él, se creó un silencio, una incomprensión y una despedida final, de la que afortunadamente emerge su frontman y cantante, Thomas Savage, donde, desde su base en Estocolmo, lleva seis meses publicando temas que vuelven a traer los viejos tiempos de vuelta, incrementándose ahora la electrónica para llegar al clímax que el autodenomina como study dance.
'Maintain' es el último paso en su coreografía en solitario, donde el sonido añejo con banda de antaño sucumbe a los ritmos digitales, no llegando a desaparecer del todo pero si desapareciendo ciertos momentos, incluso silenciando prácticamente el tema, para dejar el protagonismo que su voz merece, tan fuera de lo común y tan apasionante, para volver a dejar que las diferentes capas sonoras le dejen en un plano que pide tiempo muerto, concedido por 'Dreamboat', cambiando de estrategia a una más chulita de primeras, para ponerse más tontito con el dream al sinte y el pop-boat al micrófono, todavía respetándose instrumentalmente, donde la postura se mantiene casi intacta.
Cumbia electrónica para 'Strictly Speaking', que aboga por lo vintage, mezclándose en 'Produce' los recuerdos amorosos por su cabeza, yendo de cara a la hora de declararse, pero la claridad se va oscureciendo hasta el punto de ennegrecerse del todo en 'Life Sized', bailando sobre su tumba en 'High Horse', séptimo y último tema de su ritual, ese que implica publicar un tema cada mes.. hasta que la última pieza del puzzle conforme su álbum debut, el cual no está muy lejos de hacerse realidad.