El primer golpe de efecto de Princess Thailand se lo lleva Aniela Bastide, la vocalista del sexteto a caballo entre París y Toulouse, ya que es imposible la disociación psicológica entre ella y Camille 'Jehnny Beth' Berthomier, cantante de Savages, donde las dos abogan por el spoken word en sus temas, lanzando una serie de dardos que la instrumentación recoge gustosamente, la cual incluye a Pat Jeanson y JB Mancave a las guitarras, Maxime de Guibert al bajo, y Yann Voegel a la flauta y melódica, y a Jean Pellaprat a la batería, rodeando a su musa en 'Give It Up', su single debut, de una oscuridad inicial que se va despejando a medias gracias al agujero de luz que se cuela entre los instrumentos que concilian percusión y viento, debilitando mínimamente a los vampiros, que con sus estridencias garage-fuzzeras, intentan tornar todo en un paraíso musical que no tribute a lo largo de la tensión sobre la que la lírica expone sus miedos, gritándole a estos que se larguen de un puta vez, pero el diablo está ya dentro de casa, resultando por ello inevitable, que el compendio shoegaze y noise ande como Pedro por su casa e incluya en su haber reverberación y wah-wah, contaminando su propia escena del crimen.