El post-punk patrio sigue vivo gracias a proyectos como el de David Garcerán, quien tras formar parte de Irreal, ha decidido que su viaje musical debe continuar en solitario bajo el alias El Destello, aportando con "Autobahn", dos piezas de orfebrería que también se encomiendan a la new wave, la cual se entremezcla en el tema que da nombre al álbum, con su faceta clásica setentera y ochentera, amén de un bedroom pop vocal que se va uniendo al estilismo que desprende la instrumentación, hasta lograr verse atrapado por aquí y allí por trazos del amalgama sonoro del 'Abbesses' de Birdy Nam Nam, ganando terreno secuencial reverberativo a ese final experimental cuyo noise se conjuga cordal y baquetalmente, antes de que 'Los Cuerpos Y El Sonido' haga acto de presencia, atrayendo todavía el deje de los franceses para cautivarlos con la oscuridad de influencias notables como Crass, Warsaw y Décima Víctima, elugubrando un camino de rosas y espinas que mantiene la pose a pesar de la clarificación con la que las letras le quieren mancillar.