El dúo VULVA, formado por la guitarrista de Tramhaus Nadya van Osnabrugge (voz y batería) y Kim Hoorweg (voz y guitarra), debutan en largo con "Woe To The Wicked", via Seroquel Recordings, mostrándose excelsas durante la intro de 'Forsaken', la cual busca su presentación a hurtadillas hasta que el reloj marca la hora de los riffs, siendo su historia la de expresar sus sentimientos en la soledad del silencio sepulcral, dejando que los punteos sean el cuadal para abrir su alma al diablo, expulsado por sus bocas a través del punk y el post-rock de fondo, cortina de humo para 'We Only Fuck So U Can Cum', incendio que sonríe a la cámara junto con un sonido abrasador para una reliquia que tiene mucho de primera persona, dando pie a un caos que desmonta la teoría de 'Shame', cuyo cielo ennegrecido, vocales metal y sufrimiento, son el espectáculo que abre el telón con una mirada hacia aquello que no quieren en su vida, ejecutando momentos de sosiego y reflexion que no las sacan de sus trece ni de 'Dudes', baile de nostálgicos, garage y fuzz a partes desiguales, dándole el protagonismo total al primero mientras la trompeta efeverscente (mal)interpreta su cometido de aferrarse al desgobierno de Osees.
'Mayday' contempla el retroceso vocal como arma para aglutinar ese poderío mental que cotiza al alza cuando solo 2 personas se enfrentan a casi trece minutos de cortesía poético-tensionada que crece hasta exceder su tañido por entre las afecciones corporales más intensas de un stoner-rock enrabietado en un loop que toca con las yemas de los dedos a 'Men' y esa historia para lamerse las heridas que ataca sus puntos fuertes, cautividad de la velocidad en pro del daño con una colosal interpretación al micrófono de la Kim Gordon de los 90's, quedando 'Kill The Baby' como el hedor encapsulado después de una barbarie transgénica donde la electrificación lo es todo, siendo el protagonista el fuzz ancestral y agonizado, demostrando una fuerza descomunal volcada a los King Gizzard & The Lizard Wizard más psicodélicos y psicóticos, algo que le desborda también a los gritos de horror y terror marginados de 'Fuck U', volviendo a un estatus inicial en el que también coincide 'Abusers', bonus track cuyo Mr. Hyde les lleva a ser ellas mismas, a pesar del mensaje pop envenenado por la carga del título, dando a entenderlo todo cuando el pogo se come a la instrumentación.
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