El presente avanza a pasos agigantados, sino que se lo pregunten a Pound Land, quienes han pasado de ser Nick Harris y Adam Stone, a contar con varios músicos invitados y convertirse en un octeto para esta compilación, "Singles Club", via Cruel Nature Records, la cual junta los 12 singles que han sido publicados de manera digital entre abril de este y el año pasado, sacando a la luz una experimentalidad bañada en terror como 'Crack House', reverberada en su orgullo por unas cuerdas que convierten los riffs en noise, relamiéndose los vocales del actor principal en este ambiente tan industrial, obrando 'Semi Detached' una calma bañada en la oscuridad que transmite el micrófono, notándose la tensión en un entorno que definitivamente desata su furia en una 'Liar' que no se guarda nada, sobresaliendo por entre sus entrañas la maldad sonora, vestida esta de distorsión a altas frecuencias, garage desbocado, post-rock electrificado y acojone nocturno, con una voz en crudo que despeja cualquier duda de enfrentamiento, medicina que entiende perfectamente 'The Game Remains The Same', fentanilo en vena que se traslada por sus cuerpos para retroceder en el tiempo hasta esa época DIY que tan bien les caracterizaba.
Las caras A dan todo el sentido a este álbum, siendo las caras B los ensayos que salen de sus probetas instrumentales, no entendiéndose las unas sin las otras, honor que se gana en el campo 'Bullshitters' como primera espada, destacando ese cúmulo renacentista sonoro alternativo a cualquier racionalidad, delicia de post-punk infectado por los 70's más impuros y benevolencia divina a la que sigue 'Clean Up' con el mismo rictus, erigiéndose esta como la banda sonora jazzística de su propia música mientras desfilan ciertas deformidades que identifican su fuero interno, quemazón devorado por las redes de 'Brain Driver' mientras son bañadas en gasolina para que el fuego final sea de órdago.