El cuarteto de Oakland figure eight debuta para Cherub Dream Records con un EP homónimo que, desde 'a window', es un camino de dream-pop roto en los pedazos que determina la lava sonora de garage que atesoran las cuerdas de Abby Goeser (voz, guitarra), Nash Rood (guitarra) y Nicholas Coleman (bajo), escupiendo fuego por los altavoces junto a Nicky Esparza (batería), llegando un noise que por poco no se puede calificar de blanco, por aquello de albergar todo el espectro frecuencial audible, algo que no parece importarle a la cantante, que sigue al pie de cañón incluso cuando se cruza 'braided', encumbrándose con un shoegaze distorsionado que complementa el elenco de ruidismo bien intencionado que proclaman, mostrándose adictos a la línea noventera de mismo corte, dejando que la vorágine instrumental sea un placer revestido de sentimientos negativos, al que '1999 (cherry)' pone la guinda con esa calma relativa que puede ser más hiriente a cada paso que recorre, poblando un estilismo emo que recrudece su personalidad cuando 'clio' se interpone entre medias, recitando nuevamente esa ensoñación resonante, ahora aturdida por el fuzz que acontece a su alrededor, siendo más las espinas que las rosas, las que se sitúan por su entramado onírico, aunque aquí el ensordecimiento no se recrudece como en anteriores momentos.