El álbum debut de Proto, "Maintenance", via Hidden Bay Records, supone ese pistoletazo de salida en el que se juntan el post-punk y el rock, con las ganas de llevarlos a los rincones oscuros del grunge, el shoegaze y el slowcore, todo desde un prisma lo-fi en el que el trío de Grenoble formado por Thomas (voz, batería), Isa (bajo) y Claire (batería), derrite su consciencia por entre las cuerdas y las baquetas, en un francés lírico con el que mantienen en calma el poder del texto y la instrumentación, encantando con una reverberación social que encaja en la oscuridad revitalizante que destilan, aumentando el suflé cuando las olas golpean el estudio, una maniobra de Heimlich con la que vierten sus puntos de vista sociales y se encaraman a los ritmos más duros, llegando una agradabilidad a sus vidas, lo que supone una curiosa forma de excitación, algo que llevan a la normalidad instantánea en cada una de sus canciones, volviendo la cabeza al pasado y manteniéndola en el presente como forma de autogestión, que en los conciertos, dará paso a una exaltación colectiva coreada a viva voz.
