El lo-fi egg-garage-punk de Raya en "Un despertar" (Cienfuegos Records) y "Raya" (Knuckless on Stun, Grog Records), aparte de tener acento madrileño gracias al buen hacer de Anibal Santana y Manuel Manzano, implosiona en una reverberación continua con la que uno tiene la sensación de encontrarse en una cámara acústica reverberante, con todo lujo de detalles fuzz, en el caso de la instrumentación, y punk en el caso del micrófono, llevándonos su underground a consejos de teletienda, infundados en vivencias en primera persona o de terceros muy cercanos, a las que viene bien ese vaivén cordal de índole rockera y el sinte cuasi religioso, para levitar por momentos en una psicodelia de ruido temperamental, la cual oxigena el aire viciado de whisky a palo seco que se respira.