Decir Kissing On Camera es hablar del cuarteto de Londres via Dublin que, para adentrarse en la industria musical, ha optado por estrellar su rock alternativo en una nube de historias líricas relatadas en primera persona, haciéndolas grandilocuentes al juntarlas con distorsiones que les llevan al garage, fuzz y momentos emo del midwest, como ellos mismos lo describen, entonando una tranquilidad coral, la cual pretende echar un cable, electrificado, a 'Corner Couch' y 'Lil' Horse', liberándose en el segundo a través de un shoegaze, premeditadamente restringido, para que los riffs de alta frecuencia le ganen la partida antes de resonar todos a una y llenar la sala de reverberaciones y deformaciones instrumentales, recalcando su público un headbanging a bajas revoluciones con el que no perderse ningún estallido cordal catalogado como bala perdida.
📷 Aoife Breen