Chandos - Rats In Your Bed

A la cuarta va la vencida, como los años de vida del trío con origen en Alliston, Massachussets. Tras tres cambios de nombre (Chandeliers, Big Shot Weekend y Monday) y la publicación de dos EP's, Sean Tracy, Julian Moore y Dan Coulson se autodenominan Chandos y publican "Rats In Your Bed", su álbum debut. Por ello, bendita la hora en la que sus extremidades tocaban canciones que no casaban con ninguno de sus proyectos con las cuales decidieron que era mejor ponerlas al servicio de alguien que mejorara la calidad de sus bedrooms recordings, y de ahí a los oídos de la gente de Carpark Records.

'Drugs Bros' mezcla un rock de corriente rápida con vocales lo-fieados en su propia casa, sin que nadie metiera mano, lo que supone su propia vertiente y la de alguno de sus allegados como Speedy Ortiz, como demuestran esos riffs de guitarra del tema que da nombre al álbum y en donde los primeros compases delatan también su amor por los 90's.

'Temperance' les acerca más a sus otros compañeros de sello, Cloud Nothings, y es que ambas referencias se cobijan bajo la misma piel a lo largo y ancho del álbum, aunque aquí levantan el pie del acelerador para darle la importancia que sus vocales merecen. 'Fluorescence Light: Cubicles: Life' lleva la agresividad a ambos bandos limándolos de una aspereza inusitada que casa a la perfección con lo enrevesado de unas melodías sin fin que muestran su rabia en 'Swim Gym', llegando a rozar el stoner rock que desprenden Royal Blood.

Los chicos dejan bailar sus guitarras en '...Pretty Sure It's 'Tang Top'', las cuales se van para aparecer  con más fuerza cada vez que se dejan ver, cuyo relajamiento se palpa en 'Feel My Heart', dejándose llevar hasta el punto de parecer esperar un grunge que no llega hasta 'Everyone's An Expert' en donde este toma un tono que no se ajusta a la realidad, lo cual parece desbordar de forma bacanal y frenética a sus instrumentos, soterrando a 'Creepwolf' a unos espasmos de relajamiento/esquizofrenia que paralizan a 'Early Peakers' con un tono sentimenalista final del cual parece no querer desprenderse ni siquiera estando en sus últimas.