Qúetzal Snåkes son una patada en la boca por la cantidad de estilos que saben conjugar entre las paredes que condensan sus EP's, dando cabida en un momento dado al psych-punk de 'Brutal Beach', para en los instantes siguientes, irse por la senda del dream-pop totalmente psiodelizado por un muro de shoegaze infranqueable que es 'Hey Hey (Dope Paint)'.
Al quinteto de Marseille le gusta ir de cara ('Sixcentsoixantesix') aunque si hay que irse por las sombras ('Satan Crüz') o entremedias, tampoco le hacen ascos. Y es en esa postura de sí y no, donde se encuentra "Lovely Sort Of Death", el que fuera su primer EP y que camina entre los recovecos del rock, conjugándose éste como si de la lista de verbos española se tratase, encontrando entre sus aliados garage, toques de espacialidad, riffs cincuenteros, demencia setentera y LSD sesentero, dejando para el que será su tercer EP, "Cult Of Deafstruction" (21/10) metal, pop, noise y un toque de ocultismo, tal y como ellos han anunciado.
La primera muestra es 'Longwår', que se encierra en los parámetros de lo vivido más actualmente, cayendo en el acierto de infectarlo todo de un noise que se mantiene gracias a los vocales más depresivos jamás encontrados en su discografía, bajando a partir de ahí su chulería hasta recalar en un dream-pop eléctrico infeccioso que, aunque se atreve a renacer de sus cenizas, ya nunca jamás será lo mismo.