Tras haber realizado las presentaciones de Votaries hace un mes, el cuarteto, con Jackson Scott a la cabeza, presenta un álbum debut formado por 10 cortes y publicado por Wharf Cat Records, en donde dan rienda suela a su experimentación, fruto de la influencia del álbum debut en solitario publicado por el frontman de la banda el año pasado a través de Fat Possum Records bajo el título de "Melbourne".
'Annihilation Generation' serpentea entre el misticismo experimental mientras juega con la niebla que las guitarras y su pedalería van creando, en donde es fácil imaginarse al cuarteto rodeado de animales fantasiados por su propia mente, a los cuales persiguen pasados de LSD en 'Trick Tomorrow', levitando sobre una nube de dream-pop que bebe de la psicodelia y de la cual se contagia el tono enfundado en helio de Jackson, llegando al punto en el que no son capaces de discernir la realidad de su propia imaginación, lo que dota el ambiente de un aura de depravación en donde reivindican la consigna del título, 'All Mine', como si de gollums se trataran, aumentando el efecto psicótico a medida que los riffs de guitarra se dispersan por la reverberación, hasta desaparecer cuando el bajo toma cartas en el asunto.
La locura está ahí, saliendo a flote en formato Connan Mockasin, al tiempo que la cassette de 'Second Sister' se pone en marcha, sacudiéndose el polvo a través del desierto que unas de las cuerdas han habilitado instrumentalmente para la ocasión, mientras las otras construyen las dunas para refugiarse de forma psicológica de sus miedos, su pasado, sus anécdotas....
... con las que han caído a lo más bajo, perdurando el recuerdo en 'Delusion', machacándose la percusión por no haber tirado del carro a tiempo, de ahí el halo sincopado de perturbación en el pop ensoñador de dobles vocales a una voz, de delay y efecto fantasmal, que dirige el tema a una ralladura mental que los hace retroceder a los tiempos de 'Succumb' y 'Rainbow Death Revisited', mostrando al micrófono la parte más infantil de su aguda voz, a la vez que se descubre la parte más salvaje y alocada de su ser, luchando contra la pandereta para así quitarse los grilletes del mundo adulto.
La niebla ha desaparecido, así que 'Lucifer' se muestra como una balada de jazz orgánico y rock de tres toques, para celebrar la buena nueva y meterse en un loop de riffs incandescentes que abrigan del frío del más allá halloweeneano que se respira en 'Your Bed Is Melting', con disparos láser que se pierden en el espacio exterior mientras la gravedad hace que todo se vuelva más lento y pesado, acabándose de desangelar en 'Ritualized', donde los jinetes vuelven poco a poco a la realidad, dejando a cuenta gotas por el camino las toxinas del viaje psicótropico experimentado.