Desde hace más o menos un año, GURU está construyendo canciones desde su Brighton natal, destapándose 'River', como el lobo que tenían guardado en el estudio y nadie ha podido ver hasta ahora, iniciando la presentación con un rock que se intuye garagero, en donde los vocales van metiendo el dedo en la llaga hasta hacer que todo explote de una manera controlada por medio del stoner, creciendo las guitarras hasta crear una psicodelia que más bien es noise, o viceversa, no teniéndolo claro ni siquiera su cantante Tom Cherrill, que invoca un grito de guerra como si de Joseph Talbot (IDLES) se tratara, tomando su actitud y dialéctica encabronada durante un largo periodo, quedando para el arrastre, de ahí que el guitarrista Kieran Hunter, junto al bajista Ferg Bordoli y Simon Daniels a la batería, provoquen un final anticipado al percatarse de ello.
'64 Melbourne' mete con calzador los 50's, cabalgada de caballos inclusive, aunque los desbocados son ellos, de ahí que la acidez vuelva a su lírica, empolvándose la nariz con el rock setentero que se rubrica con esa parte algo más dura expuesta ya antes, llevándoles por los derroteros de la chulería al intentar dar una vuelta de tuerca a lo ya mostrado, volviendo el ruido a su desfachatez cuando '(When I Feel) Blue' se hace con el control de la pista, con una niebla de psicodelia que a lomos de los efectos del ácido antes tomado, les llevan a imprimir una velocidad que acaba dándose de bruces contra el suelo falsamente, ya que todo era una estratagema para sacar todo lo que llevan dentro, que es mucho, acabando con esa sonrisa de oreja a oreja que denota satisfacción.
Foto de Pri