El EP debut homónimo de The Side Eyes via Burger Records, viene con el mensaje claro de que a la banda lo que la mueve es el punk, y que la que orquesta todo es Astrid McDonald, la cual está al frente del cotarro encargándose de la parte vocal, dejando las cuerdas para los hermanos Devine, Kevin a la guitarra y Chris al bajo, con Nick Arnold anotándose los puntos a la batería, mostrando en 'Cat Call' que han mamado mucho rock clásico y stoner, al cual recurren para que Astrid enloquezca, hasta el punto de que le cambie la cara y empiecen a aflorar un griterío al estilo NOTS, el cual mantiene una guerra con la instrumentación para ver quién apabulla a quién, teniendo que llegar 'I Don't Want To Go To School' para poner orden, y darle así el tiempo que cada uno demanda, con el estilo de Speedy Ortiz pero enrabietado a más no poder, destacando esa forma suya de entender la vida que propaga el bienestar total en las calles por encima de la escuela.
'Guy/Chick' se cimenta sobre unas cuerdas que recién han descubierto que el fuzz puede servir de base, y dar así una vuelta de tuerca a su sonido, pronunciándolo la frontwoman con ese respiro de oscuridad que bien la vale un oscar a la mejor actriz, ya que enseguida ella y sus sherpas vuelven a las andadas de nuevo, reminiscencias a Ty Segall por delante, de lo que 'Same' se hace eco, juntando todo lo vivido en repudio y compañía, con peinetas dedicadas hacia el aburrimiento de vida de esos que pretenden copiar todo lo que ven, y tratar de ser así lo más cool que jamás se haya visto, manteniendo la compostura únicamente las ordas de skateboard garage y noise con las que deleitan a ese personal.