Tras un período que se ha alargado más de lo esperado, Putzy estrenan su álbum debut "Curses", publicado a través de Blossöm Records, acercándonos un poquito más la magia de su funeral pop, post-rock y oscuridad árida eterna del post-punk neófito, esa que tan bien caracterizó 'Ads!' a la hora de presentar los primeros credenciales de la banda, los cuales también comulgan en 'The Gathering', una despedida final adelantada a su tiempo, que Rafael (guitarras y sintes) y César (bajo y sintes), se atreven a dominar como si fueran Forest Swords, entablando unos riffs del todo industriales que muestran su agrado cuando las luces se apagan, al tiempo que sus plegarias sintéticas se diluyen con el dream-pop desprotegido de despropósitos de 'Fash', cuyas cuerdas entran en un reluciente bucle dominado por una cámara de ángeles de ópera que guardan las formas estratégicamente cuando el cielo se cubre totalmente de negro, siendo la magia del post-punk la que recoge el testigo y relanza el tema hacia vicisitudes stoner- y post-rock que rasgan el alma y lo despedazan haciéndolo trizas.
Tras el paso de la tormenta, 'Dance, Animal!' propone salir del atolladero cargado de una fuerza inusual que, sin embargo, no olvida su pasado, cosa que el dúo a medias entre Lima y París escenifica dándole el protagonismo absoluto a la corriente que tuvo su apogeo a finales de los 70's y principios de los 80's, despegándose de ello de una forma organística que lo único que pretende es alcanzar su propio nirvana, ese que embadurna la idea de conseguir su sueño americano musical, otrora realidad para 'Kun', cuyas cuerdas descienden hasta los infiernos para no olvidar a su paso de dónde vienen y hacia dónde quieren dirigirse.
La solemnidad instrumental también es cosa de 'Hallaways', aunque aquí las cuerdas se encargan de hacer que ésta vea mínimamente la luz, entablando un viaje de esos que oprimen el pecho y le hacen a uno reflexionar sobre la vida, a lo que también se presta 'A Better Place', con la salvedad de que ésta se centra en halos de esperanza, entrando de puntillas junto a ello la guitarra española, avivando la coldwave que domina la segunda línea, abandonándola '▼' al tiempo que el bajo se adueña antes de que el metal derroche una rabia inusitada que debía salir de su cascarón, siendo el maestro de ceremonias inesperado que se anticipa al adiós final destinado a 'Outro', y su línea sintética y bajística, que unidas, cierran el bucle antes empezado por 'The Gathering'.