Noxeema aka Remnants, son el cuarteto de Portland llamado a ser la punta del iceberg de la escena punk de su ciudad natal y alrededores, llenando el espacio interior con un punk al que le va The Coathangers, nutriéndose de ello 'Last Gasp', donde los ramalazos vocales es de lo más honesto que uno puede escuchar hoy en día, aunando en ellos la emoción y la rabia de la Mrs. Jekyll y Mrs. Hyde que es su cantante, ambas también presentes en 'Cords And Demons', aumentando más todavía la curva de la felicidad gracias a la introducción de un garage y fuzz, que hacen las delicias de 'Red Line', la cual se marca un carpe diem que aumenta la velocidad y se lo goza con un baile corporal y no tan cuellil como hasta ahora, respiro que agradece esta última parte anatómica, aunque no lo suficiente viendo las detonaciones que marcan el paso de la batería en 'Close The Door', saliendo la bilis anteriormente acordonada por alguna razón que todavía se escapa a la racionalidad del estilo empleado por los ex/actuales miembros de bandas como The Curse, Defect Defect o The Stops!.
El viaje retoma el sendero de las de Atlanta para alucinar a una 'Time To Go' que va a resistir todo lo que pueda por tener todavía mucho que decir, cruzándose una 'Shadows' que se agranda al atacar sus experiencias menos confortables, erigiéndose la decepción como el último punto dentro de su universo, ya que el primero queda remarcado en el déjà vu continuista que son 'Don't Touch Me' y 'Victim Story', haciendo la primigenia hincapié nuevamente en ese duro trago físico y emocional vivido, y al que la segunda le quita todos los pelos en la lengua para hacerle frente con una salvajada instrumental que despeja cualquier atisbo que pudiera divisarles dando marcha atrás en su cometido.