El debut en vinilo de Twisted Thing se salta todas las normas habidas y por haber, con tal de darle vida al expresionismo que engloba el colectivo CORPUS, y por ende al de Show Me The Body, devolviendo el 7", "Sacred Cement", el punk clásico al sitio que le corresponde, gracias a los pilares fundamentales que forman su plantilla aka Lulu al micrófono, Tay a la guitarra, Jess al bajo y Carrie a la batería, quienes aprovechan la resolución de 'Calamity Jane' para invocar a Deap Vally, aunque sus vocales quedan exaltados grotescamente para hacer del riot grrrl su seña de identidad, terminando de caer a los infiernos, cordalmente, como forma incendiaria de prender la gasolina que hace de 'Blow It' una oda al garage y a la violencia, cuyo modo ascendente les hace peregrinar hacia la consagración matricial definitiva, blandiendo su ímpetu contra la cruzada que mantiene su instrumentación con el tono despreciativo de '(I Don't Want To Go It) Alone', idiosincrasia que les altera fugazmente a medida que el empoderamiento vocal pierde fuerza al chocar con la lírica, pero con su destreza aguda intacta, alzan la voz todos a uno como mosqueteros, provocando el encendido rockero de espíritu clasista del tema que da nombre al álbum, y como viene siendo habitual, es fuzzeado desde los bajos fondos frecuenciales, no teniendo más remedio que soltar un gallo de psicodelia, el cual derrapa en su despegue, de ahí que el hardcore se lo coma con patatas infernales del ultramundo, efecto cuyas consecuencias reverberantes se lucen en 'Promise Of Penance' moldeando una agresividad altiva irónica, que derivan en un golpe encima de la mesa tal, que eleva sus poderes a un cielo ennegrecido capaz de descargar toda su furia en su cancionero final.