El quinteto de Halifax, La Bise, ha dado una vida extra a sus primeras canciones, las cuales editaron en 2019 bajo el nombre de "So Long", ya que ahora, y gracias a Abattoir, han sido publicadas en cassette junto a su flamante nuevo EP, "Stagnant Motion", saliendo a flote su ya conocida coldwave post-punkiana, obra de la vocalista Kelsey Crewson, los guitarristas Arianna Lehr y Scott Randles, la bajista Kirsten Todd y el batería Lucas Goudie, con 'Eversion' retorciéndose en la más absoluta soledad lírica, muro de lamentaciones que 'Black Veil' alarga con alabanzas experimentales, las cuales se rompen cruelmente al asaltar sus sentimientos más profundos al tiempo que el punk cabalga por entre las sombras, manifestándose una oscuridad que va más allá de la depresión, algo en lo que 'Blank Stare' no profundiza a sabiendas del dolor que su intervención al micrófono podía causar, limitándose a insuflar en segundo plano un apoyo moral que va más allá de lo instrumental.
Su primer envite no era más aguarero, aunque aquí todavía las dudas asolaban sus pensamientos, permitiendo con ello que 'Night Swim' encontrase cobijo en una new wave fermentada en base a unas cuerdas de las que DIIV podrían ser perfectamente responsable o sus 'Ancestors', entrando en tiempos incrompendidos de la pandemia vivida actualmente, intentando su mente apuñalar el vacío que su corazón siente, al que 'After Dark' responde activando un miedo contra el que nada se puede hacer, a menos que seas 'Accomodate Me' y te saques de la manga un garage que todavía les permite respirar entre los fantasmas que se van generando a su alrededor, trayendo finalmente 'Get Up Troy' una paz necesitada de lágrimas incandescentes que traen consigo la esperanza de un nuevo año.
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