'Time Is Gonna Kill Me' es ponerse a picar piedra hasta obtener el petróleo de la locura de (Thee) Oh Sees, tan bienaventurada por ellos y refinada para que uno se haga adicto a ella, con una sobredosis letal final para la que el gospel anodino de 'Don't Call Me Anymore' no está preparada, fundición de plomos cuya etiqueta no altera el paso de 'Devil Whistle Don't Sing', a la que Mark Lanegan pone voz y voto, mimetizándose con el ambiente a través de un rito satánico que dice su última palabra cuando 'Ain't Tha Lovin' You Babe' se hace con los mandos sonoros.
La consigna de 'Devil's Tritone' es clara, aumentar la acidez de su antecesora y ponerle una mordiente que roce la agresividad activo pasiva, practicándolo mientras no le quitan a uno la vista de encima para que la aprehensión sea total, con un sadomasoquismo vocal al que 'Roll With Me' se adhiere, esta (y por primera) vez, con Gianni comandando un micrófono principal hasta ahora vetado, por el mismo o por Erika, quien sabe, acalorando la tensión del ambiente, sobre todo cuando a la jam session se aferra una electrificación construida a base de unos riffs en las que los 50's tienen mucho que decir, cierre al que se adhiere el propio Alain como cantante principal, aprovechando que las defensas vocales parecen dejar más que nunca, espacio a la experimentación al frente del estudio.