Si los primeros singles de Enclave eran una realidad que nos acercaban a su EP debut, "World In Progress", este confirma lo que ya sabíamos, que la de los australianos va a ser una banda a tener muy en cuenta, con 'W.I.P.' mostrando un post-punk encarecidamente oscuro, extrapolando miedo y terror por entre una industrialidad aberrante, barbarie cavernícola y unos vocales cuya coyuntura depresiva, es cebada a través de una violencia no escrita que tiene su momento alienígena en 'Pale Guilt', a la par que contribuir a un baile de coches de policía ardiendo en el infierno, desatando la necesidad de tener el control, para acto seguido, perderlo en el Upside Down, tomando el control su doppelganger, el cual juega con unas descargas eléctricas que hacen escapar de su ser a su animal interior, no sin antes, luchar hasta el final de ese amor enfermizo que es 'Bloodletting', cuyo carbón echado al hombro sintoniza con las cenizas de Viagra Boys para que sea lo último que bailen.
Uno de los enfrentamientos que marcan su rutina, 'No Way To Live', es una batalla de pistolas al amanecer en la que es contar los pasos y a volarnos la cabeza se ha dicho, ración de canibalismo mediante, atragantándose demencialmente con un punk lascivo que trae a colación la bomba atómica que es 'To The Lost', teniendo tiempo incluso de cerrar las salidas de escape mentales y así acorazar esa cámara de seguridad en la que se encuentra la pérdida, sucediéndose un desangramiento impuro, por aquello de mostrar condescendencia para con el enemigo, acto sincero de un acabose inesperado.