El fichaje de Blood por Fire Talk Records trae consigo la publicación de 'Self Improvement' como carta de presentación, aunque con lo mostrado estos últimos años es obvio el porqué de su adhesión al sello de Brooklyn, marcándose Tim O'Brien un homenaje en solitario en los incios del single al traer así el espíritu con el que empezó este proyecto, soltándose la melena a continuación por la transformación del mismo en sexteto, centrando su base en el post-punk para a la mínima, entre todos meterle el bisturí del garage, fuzz y eso que ellos denominan new jenga swing y toddler bop, términos con los que nos acercan a una pista de baile delimitada por la locura, acentuando los cambios estilísitcos con la viva voz de un teclado que tiene la propiedad de nublarlo todo a su antojo.