Uno tiene expectativas altas y luego está lo de Model/Actriz, quienes han ido poniendo los dientes largos con las pinceladas que ahora se acumulan en "Dogsbody", álbum debut via True Panther, que Cole y sus secuaces llenan de una experimentación industrial que poco o todo tiene que ver con la de Gilla Band, acto de presencia que emite 'Donkey Show' como bienvenida a un mundo de ansiedades, miedos, desesperación y golpes, personales e instrumentales, los cuales acumulan distorsión y presencia escénica en todas sus vertientes, desafío mordaz que gustosamente acepta 'Mosquito', zumbido en los oídos bien aceptado que hace suya la particularidad de las altas frecuencias y un tono vocal tal, que hasta el Joker caería en su juego mental, combinación extraterrestre de bendito noise compartido también por 'Crossing Guard', sumisión onírica catalizadora de un baile de terror que no oculta en segundo plano sus intenciones, malversación a lo TV Priest que tiene como consecuencia 'Slate', derredor que siente la presión en la nuca, originando una parálisis corporal que no tendría cabida en ningún templo del techno que se precie, demostración de fuerza sonora que pulveriza la vitalidad de 'Divers'.
'Amaranth' quita cualquier telaraña que se haya creado a su alrededor, golpeando con martillo a conciencia para que la fidelidad fabril siga sellada, animando a una danza de masas endiablada en el que recibir sangre del cielo abierto es lo normal, no en 'Pure Mode', a contrarreloj de su corriente pensadora para caer en la tentación de su Venom particular, locución que ralla la locura por momentos, liberación etérea en la que su personaje de animación se desdobla ante la atenta mirada de 'Maria', demencia que, aunque intenta quedar a cubierto, sale a explorar que no solo de pedalería vive el hombre, rezando para que el baño teñido de rojo recorra su ser y el de 'Sleepless', mandamás ambiental dronado que cae en las redes de 'Sun In', despedida acústica sin sobrecargas que va marcando su final anticipado.
📷 Lily Frances