La revelación de Memphis se llama Big Clown, quienes debutan con el 7" "Beatdown", via Swimming Faith Records, el cual mimetiza el tiempo y el espacio a la perfección, fruto del cuarteto formado por la frontwoman Lucy, los guitarristas Jesse y Stephen, así como el batería Zach, quienes, en una sesión maratoniana, han sido capaces de marcarse un disco punk en toda regla, dejando que 'Everybody' también aborde unos riffs garageros con los que asustar al personal que ose entrometerse en sus vidas, entrando en una locura remanente que azota sin piedad y obliga a 'Always Knew' a centrarse en ello, al tiempo que su enervación va de menos a más, disfrutando con lo que provoca, el placer del grito, el poner a alguien contra las cuerdas y sentir el hardcore en la pista de baile, ritual pasivo de una 'Weak' que tienta contra el sentido común mientras se aproxima a una industrialidad que va con ellos de la mano, hasta descargar sus fuerzas en un noise activo que devuelve las aguas a su cauce.
'Frogman' es Pulp Fiction llevado al último baile escolar con toda esa gente que les hacía bullying, estando el karma de su parte para provocar sangre con la distorsión llevada a su mismo nivel, volando algún que otro 'Teeth' de satisfación cuando vuelven a poner su punto de mira en la fábrica de sus sueños sureños, lo que propicia el vitaminado cafeínico del 'Broke' que no tiene nada que perder y mucho que ganar, dejándose llevar por sus instintos más primarios, sacando a tiempo el 'Clown' irónico que llevan dentro, el cual vive de las maldades de su ego, reconvertidas en ese pánico del que hablaba al principio, llegando la saturación para que el daño inflingido sea mayor, obra suprema de arte 'Thirsty' de la linfa que brota de lo más adentro de los que someten, exactamente desde ese garage de oscuridad claustrofóbica con la que nos despachan mientras ellos se alejan con la sonrisa del Joker y la mirada fija.