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Sin hacer mucho ruido, Piss Shivers presenta su LP debut homónimo, via Gimmie Gimmie Gimmie Zine, organizándose Caleb Stoddart (voz y guitarra) y Gemma Wyer (batería), para dar abasto sonoramente y traernos en 'Red Stripe' un garage que, a la mínima, se deshace en fuzz y punk vocal, manteniéndose el primero firme como base arqueológica a la que echar la vista cuando llegemos al final del álbum y veamos sin han seguido dicha tónica, pero de momento, 'Energy' sigue la estela de su antecesora, orbitando aquí las baquetas por los platillos y el cantante por entre un deje depresivo que da sentido desorbitado a su propuesta, un manjar que no quita los 'Eyes Off You', acercándose al hardcore más primario, prevaleciendo la velocidad y la crudeza, ofrenda floral para 'Onerus', la cual cabalga entre ansiedades, adicciones, una vida hogareña tumultuosa y la pérdida prematura de amigos.
El esfuerzo de seguir adelante recae en 'Chained' y su actitud demoledora vertida como la sangre que brota de sus cuerdas y baquetas, extasiándose al micrófono para hacer ver que esto es de verdad y no hay pose ninguna, ni siquiera en la post-punk new wave de 'Aren't Ever', explosión reverberada de un pasado más bien casero, que el alcohol no quiere despejar de su mente, mostrándose instrumentalmente a la misma intensidad, bajando esta por entre el acierto percusional de 'Rats' hasta que el horror y el terror se incrustan en el cerebelo de cualquiera, lugubrándose entonces encuentros fantasmales a dos voces en las que ella le persigue a él como una pesadilla, quedando como efecto secundario 'Shell' y 'Gold Chains', cruzándose los traumas por entre los riffs para no implosionar, sino sacar la rabia que tan profundamente lleva cohabitando con ellos.
