El LP debut de Servo para EXAG' Records y Le Cèpe Records, "Monsters", es el puñetazo en la mesa que uno espera cuando lee que su estilo se nutre de cold psyche, rock psicodélico y shoegaze, siendo 'Island' la alumna aventajada por antonomasia, siendo oscura al micrófono para ralentizar la parálisis cerebral de su golpe, atenuada aún más cuando 'Glitch 2.1' hace acto de presencia, (dis)torsionada, sobrecargando el sistema con una cordalidad poderosa en la que la religiosidad vocal termina por liberarse, llegando aquí el post-punk para quedarse, aunque amigos como la industrialidad se unen a la fiesta con esa sonrisa maliciosa que anuncia que no va a ser la última vez que va a hacer acto de presencia, mortalidad bienaventurada que no hace saltar de milagro, los plomos de 'Day And Night Monsters', soltándose la melena las alucinaciones más interioristas de su ser, saltándose la festividad de halloween para representar el día de los muertos vivientes mientras se va encrespando una ferocidad cordal que se ensucia para que el noise abarque su espacio frecuencial, manifestando con ello las jornada de festividad cardiológica que les eleva a los altares.
Con tiempo para recitar sus plegarias en 'Interlude', 'Peaks' se toma su tiempo para que estas se lleven a cabo por las malas, sin oportunidad a revisitar su discurso instrumental, si no es para echar más leña al fuego, paso previo para alcanzar el nirvana llenando 'Stadium' por aclamación popular quimérica, obteniendo a cambio un hipnotismo que gira en torno a la mentalidad implementada en los coros, cayendo al pozo del fuzz para salir de su ser y delimitar su rango de acción alrededor de los 70's, adquiriendo hábitos ochenteros de corte indefinido aka ' Thank You // Maniac'o, lo que obliga a que la lava cordal elevada a los altares por Arthur Pierre (voz, guitarra) y Louis Hebert (bajo, voz), salpique al batería Hugo Magontier (batería, voz), dando como resultado un ataque de locura psicótica a 'Who Else Likes Surprises?', ofreciéndose a TV Priest en cuerpo y alma, provocando una calcificación ósea alrededor de los 'Giants' que se acumulan en el hipocampo, no parándoles ni los microcortes de los accidentes cardiovasculares, los cuales se ven relanzados como arma de destrucción masiva, aterrizando el headbanging a los pies de nuestros héroes como si de reverencias se trataran.
📷 Carine Mansire