'Adore Adore Adore' apoya su revuelta onírica echando más leña al fuego, tal y como lo retratan sus compatriotas M(h)aol, creando juicios de valor alternativos enmarañados por momentos en shoegaze, aunque su verdadero valor reside en esa pureza lírica sentida en primera persona, atacándoles una rabia interior que no saben esconder, llegando la sangre al río en una 'Shadow Of A Doubt' que se derrumba por completo, acción necesaria para que su dominatriz, dormida en sus inicios, asalte el capitolio sonoro del post-rock cuando más lo necesita, liberando toda la presión en un intento desesperado por recibir una ayuda que jamás llega, de ahí 'Can't Get Enough Of It', caída a plomo de las cuerdas en un baño de plasma que viene protagonizado por un baile de gárgolas que giran alrededor de IDLES, inoculación que hace que 'Literary Mind' rinda honores a Irlanda en un intento de que, al deshojar la margarita de turno, salga sí, tradición con la que gritan 'A Wreck (A Mess)' y así mandar a tomar vientos a ese pasado más reciente, una oda a la recuperación mental que da la bienvenida a 'Up And Corner', descrita desde ese punto de vista que da el tiempo y la distancia, aunque confidente con la situación, de ahí el nuevo estallido vocal de punk, con el que se muestra como una mujer de armas tomar, recordándose a si misma en el tema que da nombre al álbum adonde no quiere volver jamás.
SPRINTS - Letter To Self
El año empieza fuerte con el LP debut de SPRINTS, "Letter To Self", via City Slang, y más concretamente con 'Ticking', cuya presencia nos lleva a la industrialidad implícita de las bandas venidas de su Dublín natal, enloqueciendo más y más, hasta que el garage psicodelizado es la punta de lanza del cuarteto, quienes dispersan sus llamaradas hacia un encantamiento más 'Heavy', cuya aprobación febril proviene del rock, el post-punk y la distorsión fantasmal, estilismos bien conjuntados para que nos lleven a una catarsis sonora y emocional, la cual dispara contra esa energía negativa que impera en el ambiente actual, de la cual se refugian en 'Cathedral', figurando una sobrecarga de tensión que acaban liberando estrambóticamente en un mosh pit sin normas, el cual piensa demasiado sus consecuencias, de ahí que acaben 'Shaking Their Hands' con el mismísimo diablo, lo que les lleva a terrenos donde la oscuridad habita en su interior, saliendo al exterior un fuzz sin florituras que descarga su adrenalina, amplificándola al encontrarse Karla rodeada de los suyos al micrófono.