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El EP improvisado de Gurriers, "Des Goblin", encierra la última aventura del quinteto dublinés tal y como lo conocemos, ya que el bajista Emmet White deja la banda y se incorpora Charlie McCarthy, cambio de cromos que no va a afectar a ese sonido suyo donde la industrialidad se despega de sus instrumentos para darse de bruces con los altavoces y de ahí a nuestros oídos, entonándose en el tema que da nombre a la compilación de sus últimos singles a base de rock alternativo y garage, dejando el punk para el micrófono y la sangre apostillada en su base física, de ahí la creación a su alrededor de una barbarie electrificada que se une a los 'no, no, no, no' de la lírica, enrevesados de forma grungera para que su explosión concentre su potencial en la onda expansiva aka 'Nausea', una oda a todo lo que representa Gilla Band, avisando el tema constantemente con esa alarma infinita que encima, se reverbera, concibiendo las cuerdas a colación, una paleta de distorsión aguda que puede hacerse cargo de mi funeral si quiere, o sus segundas nupcias, tan implacables como las primeras, dejando un reguero de sangre que gotea con cada riff bajístico de 'Sign Of The Times', homenaje que también tiene su aquel desde el otro lado frecuencial, ajustando cuentas las tuercas instrumentales mientras se cortejan unos con otros en ese mundo suyo en el que el shoegaze es un invitado de lujo del noise que rige sus mandamientos musicales.
📷 Joshua Mulholland
