Dr Sure's Unusual Practice - Total Reality

La locura sonora de los australianos Dr Sure's Unusual Practice queda de nuevo patente en su nuevo LP, "Total Reality", via Marthouse Records y Erste Theke Tonträger, donde el quinteto oficial, más invitados instrumentales, demuestra su buen hacer, en clave egg-punk, para 'Slug', donde la variedad estilística unas veces apremia sus constantes vitales y otras las (re)sintoniza en modo zen, el cual no consigue apaciguar las ansias del primero, llegando estas a los vocales y al sintetizador, 'Celebration' por todo lo alto de una marejada de post-punk jazzístico, que no hace ascos evangélicos a la cara B que crean en paralelo, donde la alegría contenida se reverbera sin mayores ganas que las de recibir como regalo 'Elephant In The Room', clímax saxofonístico en bandas de octava que cambian el tercio monocromático mientras se acompañan de una orquestación que supone una experimentación oral y cordal, metiéndose ambas en terrenos desconocidos para cualquier ser que no esté familiarizado con ese devocore capaz de regular las subidas y venidas de 'Escalator Man'.

La festividad de 'Keeps Ya Head Up' no es ajena a la oscuridad de la noche, o de la madrugada, donde todo cobra un aura místico y se ralentiza, al tiempo que la psicodelia y el rock setentero hacen de las suyas, contemplando la mente para despertar un potente activador como lo es el 'Kerosene', y lo hace con un baile exótico apoyado en un gospel que va dando la vez a quien quiere lanzar sus plegarias, variando el tono frecuencial como alma y esencia de un marcado acento 'Never Enough', ofensiva total que no deja estridencia frecuencial sin explotar, definiendo así su visita de rigor a Transilvania, donde establecen un campamento de fantasía emocional donde no todo es lo que parece, si no, que se lo pregunten a 'Realest', coronación singularmente poética de como funciona la sociedad a día de hoy, corriendo de aquí para allá mientras un caos de ruido y la consecuente volatilidad insustancial de las circunstancias se evapora para que solo importe el aquí y el ahora, vibrando en el pogo concentrado en el círculo central al que solo sobrevive el 'Last Guy At The Disco', un recuento maníaco compulsivo de sci-fi imperativo en el que todo vale ya que uno se lo ha ganado a pulso, de ahí los giros enrevesados de esa peonza humana que tan bien representa el final feliz, o como ellos lo denominan, 'All Good Ends Must Come To A Thing'.


📷 James Morris