Soft Play - Heavy Jelly

Llámalos Soft Play, llámalos Slaves, el caso es que su álbum debut bajo este nuevo apodo, "Heavy Jelly", via BMG, sigue conservando esa esencia punk primitiva, cordeando 'All Things' una entradilla que pondera el garage por encima del algarabío que se muestra a su alrededor, poniendo así la rabia al servicio de su público, el cual también está deseoso de esa parte zombie degenerativa de su sombra, algo que practica una 'Punk's Dead' bendecida por el mismísimo diablo, un arranque que remueve sentimientos que un día parecieron cerrados para siempre, pero a la lengua viperina de Isaac todavía le queda mucho que decir, a velocidad normal o a la de 'Act Violently', toda una declaración de intenciones de desdichas de la vida que a uno le afectan hasta ese punto de irritación cegadora de la realidad, esa en la que 'Isaac Is Typing...' peca de stoner rock y Laurie de desdichas distorsionadas por la instrumentación que emplea para abrir fuego, viciándose de ello ese mosh pit entregado a su causa, que aquí aumenta la intensidad, aunque también es capaz de bajarla por obra y gracia del headbanging, marcándose un 'Bin Juice Disaster' en toda regla, donde los cuerpos enmudecidos desgastan las zapatillas a base de un rock politizado que encarna un blues novedoso entre sus pertenencias sonoras.

'Worms On Tarmac' es una sorpresa tras otra parida encima de la tabla de skate, personificando otra recesión crepuscular antes de meterse en la piel de 'John Wick', donde dan ese golpe encima de la mesa a quienes les daban por muertos, eligiendo ese personaje inmortal capaz de prender fuego a tu vida con solo chasquear sus dedos, viendo el infierno si les tocas la tecla equivocada, no haciéndoles falta que se observen delante de 'Mirror Muscles', lo suyo es lírico, de ahí que el viaje futurista noventero de 'Working Title' sea una pausa necesaria en este camino de espinas, que también sirve de crítica hacia esta industria, la cual podrían estar dominando de una manera que no sería la suya, algo en lo que también anda 'The Mushroom And The Swan' que es como tomarse la pastilla azul o roja de Matrix, una decisión tomada a toda velocidad antes de tirarse por el precipicio de la electrificación, no llegando al hardcore por respeto a sus queridos 70's, visitados también en 'Everything And Nothing', y de qué manera, no dejando títere con cabeza en esta sociedad condenada a un destierro en el que al final, el gris no va a ser una opción entre el blanco y el negro, o lo que es lo mismo, el folk y el grunge que aquí se ven las caras.