Hubo un referente llamado Slaves que por sensibilidades con respecto a su nombre artístico, tuvieron que cambiarse el nombre a Soft Play, y si entonces ya llevaban la rabia en el cuerpo, esta permuta forzosa ha contribuido también a elevar su oda infernal musical a los altares del punk hardcore, siendro su muestra más viviente sus dos primeros singles, 'Punk's Dead' y 'Mirror Muscles', donde la primera incluso se contiene más que la segunda, y eso que la descarga cordal y baquetal de Isaac Holman (voz, batería) y Laurie Vincent (guitarra, bajo, voz) se agarra a la ultratumba de la dureza que les ha caracterizado siempre, con la lírica girando entorno a que esta variación de designación ha sido objeto de unas presiones que realmente atentan contra la libertad de expresión, de ahí que la cólera y la ira estén más presentes que nunca, algo que comparte el segundo tema, aquí mirando a los ojos a los ejecutores de la misma manera que lo haría Marilyn Manson, golpeando con fuerza esos cuerpos moldeados a base de esteroides a través de un garage alucinógeno filtrado, el cual aprieta los dientes sin achantarse ante nadie, llevándose una vitoria que ya estaba en su bolsillo sin ni siquiera haber empezado su lucha.