Spectres - AM-DRAM

Han pasado 10 años desde que Spectres hicieran clic en mi cabeza con el single 'Where Flies Sleep', un lujo que los de Bristol mantienen intacto después de todo este tiempo gracias a su nuevo álbum, "AM-DRAM", en donde 'The Mandela Effect' toma la palabra en primera instancia, mostrándose mentalmente inestable, oda a ese Joker que cabalga también sin control por el micrófono y la instrumentación de Gilla Band, haciendo honor a su nombre con unas alucinaciones que los mantienen insanamente calmados, dejando los aspavientos para 'Rubbernecking', cuyo aplomo se refriega en torno a las ilustraciones metálicas que se suceden en las cabezas de Joe Hatt (voz, guitarra), Adrian Dutt (guitarra), Dominic Mitchison (bajista) y Andy Came (batería), quienes no pierden la oportunidad de seguir caldeando el ambiente en 'An Eye And A Tooth', donde las cuerdas se restriegan y se refriegan, con ademán de facilitar el riego de las distorsiones que profesan, otra ostentación, en este caso psicótica, que tocan con cara de niños buenos aunque por momentos se les escapa una sonrisa maliciosa sin excentricidad ninguna.

'Whising Well / Horror Box' experimenta con una desidia acrobática de grunge gelatinoso, integrándose como mantra por el cerebro, arte cósmico que no altera su fragilidad ni cuando más acorralados se ven, acercándose ese mosquito endiablado de altas frecuencias que acaba de perforar ese punto exacto del cerebelo que le hace a cualquiera quedar a su merced, suscitando 'Nice Knowing You' plegarias noventeras designadas hacia un rock del que todos optan por participar activamente, rara avis de luz entrecortada cuyo incendio sintomático, junto al de 'Shaky Brain', apagan volviendo por sus fueros por sí mismos incluso antes de enfrentarse a 'The Death Of A Family', dando alas a una oscuridad placentera que los atiza con una cordialidad inusitada que al principio escondía sus intenciones, llegando así el énfasis por el shoegaze más lacrimógeno, ritual de adaptación que bien podrían abrazar Cloud Nothings, corriente de arrastre que incendia aún más esa plegarias vestidas de órdenes para con sus confraternarios del post-rock de lo 'Untitled'.