Qlowski - The Wound

Cambio de cromos y aumento de plantilla para el nuevo LP de Qlowski, "The Wound", via Feel It Records y Maple Death Records, siendo ahora el quinteto formado por Mickey Tellarini, Cecilia Corapi, Lucy Ludlow, Chrsitian Billard y James Luxton, quien entona 'Thirteen', una introducción armoniosa atormentada por el concepto de álbum que presentan, desviándose frecuencialmente al tema que da nombre al álbum, prestándose a halloweenear su sonido y emplazarlo por un post-punk tecladamente eclesiástico, en el que las distorsiones y electrificaciones, imperan al gusto del tono de la lírica, lamentada y aprehendida para con su 'Desire', donde la familia Addams se muestra unida para tocar conjuntamente un cielo azul celeste, el cual se esfuma como ese sueño inalcanzable, dejándolos a sueldo para sobrevivir en un mundo lúgubre del que 'Stronger Than' es un lavado de cara de agua fría, para así proyectar la picadura de esa abeja del amor en una balada de nueva era, entrecortada intermitentemente por el grano que genera 'Surrender', emplazado en ese punto estratégico en el que la premisa de actualidad está clara, volando gracias a una instrumentación que pone todo lo que tiene en los altavoces para que se haga justicia poética, más allá de que 'Mastering The Motions' lo celebre como una victoria grungeada de David contra Goliath.

'It May Change' cambia el chip para pernoctar sobre un mullido cordal que ha recuperado parte de la alegría, poniendo el rock a fantasear por encima de cualquier acto de presión social, ese en el que se obliga a The Cure a engancharse a 'A Vision', categorizando la new wave en un formato tenebroso que evoca que cualquier tiempo pasado fue mejor, o por lo menos más coherente con el día a día de una 'Praxis', la cual se lleva a su terreno el kiwi pop de corte femenino que practican, experimentando mientras sus principios guitarreros desbocan en una continuidad austera llamada 'In Cold Blood', yéndose a la pista de baile de la manera que ellos quieren, mandando aceleradamente en un entorno en el que el miedo está ahí, aunque apoderado ahora por el roll que comanda en 'Can You Tell (Love Song For N.K.)', de ahí el pronunciamiento sonoro del teclado y el desarrollo militar del mismo, historia de adoración que también es el refugio de 'Off The Grass', entablando conversaciones melancólicas que pese a los altibajos de idas y venidas, las relaciones que tienen que darse lo van a hacer contra viento y marea, haciendo bueno ese mensaje de caer, reponerse y levantarse.