El destino ha querido que Mi Mochila Huele A Semen llegaran por casualidad a mis oídos, gracias a conocer en persona a Anthony Quijana (guitarra), quien junto a Adriano Rozas (voz, guitarra), Antony Facundo (bajo), Marcelo Rojas (vientos), Jeraá Senosain (teclado) y Claudio Morante (batería), aplican el rock experimental al sonido de, tanto su álbum debut, "Ese Hijo De Puta Se Mete Vidrio", como al EP que lo prosigue, "Sentir Lento", ambos publicados a través de La Luna Label, ambientando sus canciones, instrumentalmente, en un coqueteo de las cuerdas con el garage, el fuzz y las distorsiones bien avenidas, dibujando grafitis sonoros en las paredes del estudio en el que, o bien se ceden el paso los unos a los otros, o bien van todos a una, siendo 'Rufine' su abanderada máxima, despegando a una velocidad endiabladamente punk que se corona en un Upside Down de 'Albergue de Gatos', que los de Lima (Perú) presentan oscuro y frío, todo un caramelito para el shoegaze de 'Kurochan', con riffs en lo-fi que, actúan como la lava expulsada de un volcán y de los cuales también da buena cuenta 'Chino jaaaaaja', aquí en modo dream-pop de DIIV, doliendo cada uno de ellos como cuchillas que se clavan en el alma, siendo la mejor cura el tema que da nombre a la banda, ya que 'Cursed Track' y 'Buenas Noches', nos obligan a volver a la casilla de salida.