Lo que comenzó como una banda de rock ficticia para la película Adult World, se ha convertido en una realidad gracias al EP que los neoyorquinos publicaron el año pasado "I Have Lost All Desire For Feeling", y que continúa con "Say Yes To Love", su álbum debut.
'Driver' comienza con el toque añejo que supone la aguja del vinilo recorriendo el acetato esperando el surco tallado, y con él, el punk de velocidad descontrolada, guitarras afiladas, sonido atronador y Meredith Graves a lo Alice Glass (Crystal Castles) encima del escenario.
La obsesión y perversión de 'Bells' muestran a la vocalista hasta con un toque sensual muy bizarro, lo que casa a la perfección con el comienzo rockero rollo Savages de 'Big Stars'… hasta que ésta se deja atrapar por las fauces del estilo del que son devotos. 'Work' sigue la estela, añadiéndole la intensidad necesaria para hacer que unos se decanten por el moshing, al tiempo que los otros se dejen el cuello en el intento.
'Interference Fit'”, aparte de ser el último single antes de la publicación del álbum, introduce un juego a dos voces que provoca una paranoia que roza lo esquizofrénico dentro de la anarquía mental instaurada en su música, y de la que son conscientes, ya que 'Dig' comienza tras un minuto de pausa, lo que la perjudica en su intento de buscar el clímax, ya que se ve arrollada por 'Advance Upon The Rea'” en su intento.
A modo de bis tras un final desesperante 'VII' se olvida del punk y se ciñe en una electrónica visceral y andrógena cuyo mensaje sectario lo eleva a la categoría de hardcore mental, haciéndonos creer que Death Grips hayan tomado el control de la producción.
Y si alguien tiene dudas de la apisonadora que son en directo, dan buena muestra de 'Bells' y 'Advance Upon The Real' junto a 'I' y 'III' (del EP debut mencionado en la cabecera) en diferentes localizaciones, con una vuelta de tuerca a su sonido, el cual conjuga con la claustrofobia de los ambientes enjaulados por los que discurre.