El cuarteto de Liverpool publica su debut en largo tras varios EP's y singles publicados donde han ido presentando alguna de las canciones de este "Young Chasers". Empiezan fuerte con 'Get Away', presentando el tema como si lo fueran a tocar en directo, recreándose con su rock instrumental embadurnado por el pop vocal de Kieran, el cual intenta ponerse romántico por momentos, recordando a los Bombay Bicycle Club de 'Shuffle', pero ni por esas se dan una tregua.
Las guitarras de 'T-Shirt Weather' elevan el rock de su predecesora, mamado directamente de The Kooks, y llevándose a 'Fossils' de juerga con ella. Pero ellos también juegan el la liga de los 60's, la de sus compatriotas The Beatles, dando buena muestra de ello 'Lost It' y 'Deserve This', dejando Kieran su sello personal en ambas al ponerse tierno de la manera que Pete Doherty lo haría.
'My Love' y la propia canción que da título el álbum marcan el rock sin bajar el pie del acelerador a través de la batería de Colin, cediendo el protagonismo a Joe (guitarrista) y Sam (bajista) en 'Good For Me', con esa mirada directa a los ojos para decir que aquí están ellos, 'Stuck My Teeth' o en fundándose las chupas de cuero para desmadrarse en 'Best Years', con un pellizco psicodélico. Vuelta a ese lado pop pero de aire gamberro con 'The Luck Has Gone' y 'So Long', dejando la alegría de Of Monsters And Men para 'Catch My Breath'.
Bajando el ritmo es donde 'Talking Out Loud' muestra el lado más experimental y desenfrenado de la banda, haciéndose ganar el aplauso del respetable, al que todavía le da tempo a vivir situaciones más ensoñadoras en '100 Strangers', antes de activar para 'Shoot The Sky' el modo apisonadora, precedido este por el final de 'I Can Sleep Tonight', haciendo que las sneakers queden colgados de cualquier cable de tendido eléctrico del desgaste al que han sido sometidas.
