El chico de Vancouver desconcierta con un título que traducido al español sería matón, refiríendose al gorila que actúa de guardaespaldas pero sin ningún tipo de escrúpulo a la hora de utilizar la violencia. "Goon" carece de esa rabia que atesora el disco que publica True Panther Sounds y que producen Patrick Carney (The Black Keys) y Chet JR White (Girls).
El piano se convierte en su arma arrojadiza contra el amor que todavía procesa por Mary Ann en 'Can't Stop Thinking About You', el primer corte que no deja dudas de lo que aquí profesa el joven canadiense. Los títulos por sí solos reflejan el tormento amoroso que se supone él ha vivido en primera persona, de ahí que las canciones calen más hondo si cabe. Su voz es un portento que gira en torno a la figura de John Lennon con una 'Without You' que va más allá y toca con los dedos a The Beatles, con la ayuda de Danielle (Haim) a la batería.
La delicia se ceba con Tobias en 'Can We Still Be Friends' con ese violín que lo balancea entre el no querer la situación en la que se encuentra y el deber de aceptarla. Decantándose por la primera opción , 'Hollywood' se convierte en la pesadilla que hace que la cabeza esté en un sitio y el corazón en otro mucho más lejano. Con un final más propio de Björk, 'For You' deja de lado la confrontación hasta hora vivida para darse un respiro y llenarse de una energía que se va desvaneciendo poco a poco en 'Crocodile Tears' y llega a su fin en 'Bad Words'.
La depresión intenta encontrar una salida en 'Just A Dream', pero es solo eso, por lo que toca tirar de romanticismo y acariciarlo para encontrar lo que fueron sus raíces, a lo que 'Leaving LA' añade una psicodelia sostenida a los pensamientos de 'Tell The Truth'.