'Eat It' abre la lata en un ambiente lleno de sueños a lograr antes de morir, acercándose al sonido de sus colegas de Sheffield, Best Friends, antes de meterse de lleno en 'Fun', y la vorágine de garage y fuzz de vocales que punk que invade el romanticismo del trío.
'New York' enseña la pierna desde el cabaret en el que se ha instalado, dándole una patada en uno de los movimientos a 'Hell' para que espabile, por lo que toman prestada la actitud Slaves, gritando sumergida en el mundo de Pulp Fiction, dejando para el final 'Heart Attack', y su vuelta a los sentimientos del amor envueltos en la instrumentación acústica del 'Seaside' de The Kooks.
