Hace unos días descubrí a SNAKEHOLE, y el tsunami que alcanzaban a ser en sus dos primeros cassettes publicados hasta la fecha. Ahora el sello Wharf Cat Records publica su debut en 12", en donde Autumn y KC se desatan con sus instrumentos y sus voces.
'Prologue' es un impacto en sí. Es una pieza clásica al piano que no contiene restos del ADN que las identifica, como lo son el ruido puro y duro, riffs de stoner rock y punk vocal, los cuales dan signos de vida en forma de descontrol instrumental, desatando sus ganas de hacer ruido a toda costa en 'Spider Legs', cediendo sólo ante el grado de frenesí de sus letras amorosas.
'Roaches' continúa con la misma temática pero llevándola a la aberración absoluta de guitarras electrificadas que dan cobijo al punk traumático vocal antes de meterse de lleno en el fuzz y con él en 'Unseamed', desembocando su rabia, si, aún más, sobre sus instrumentos mientras acaban entre lágrimas y gritos al cielo, eso sí, no sin antes apoyarse la una a la otra.
El sufrimiento desaparece en 'Carousel In Macedonia', mostrándonos en su su lugar una feria, que resulta convertirse en un espejismo sonoro que torna en una niebla tétrica con gritos en su interior que van desapareciendo a medida que el éxito comercial de turno se va mimetizando con 'Hung', donde la vuelta a la realidad se tiñe de rojo, gracias a que los riffs de la guitarra de Autumn se van abriendo paso a cuchilladas, dejando así espacio libre a que sus venas vayan soltando toda la sangre que acumulan.
'Brujitas' se desinhibe con una oda al hard rock más melódico, donde ambas siguen coqueteando con el emo, clamando al infierno su desesperación, para ver cortada su trayectoria y volviendo a recalar en la feria anteriormente visualizada, esta vez de la mano de 'Freddy Krug', y con un manifiesto de presencia de almas más palpable cuya factura demencial acaba con 'Something To Become' convertida en un trastorno bipolar, calmado solo por el clasicismo de ese piano que esconde en su ser una amargura diabólica.