DIRTYGIRL podrían tener su base en Los Angeles en vez de en Londres, ya que comparten el mismo gusto que el dúo Girlpool. y ese afán por comerse el mundo siendo unas auténticas riotgrrls.
Sumena Owen y Molly Hughes, son las guitarristas de la banda, amén de que esta última también se encarga de sacar nuestra rabia o una lagrimita ante el micrófono, y junto Estella Adeyeri, ella a su rollo entre la batería, el bajo y los coros, han parido un señor EP, al que han titulado "Junk Food", y que da cuenta de esta diversidad instrumental y vocal.
'Dog Shit' deshoja la margarita con un minuto y medio de decadencia gutural instrumental, la misma a la que podrían llegar Menace Beach, con una una oda vocal a la caca de perro en un zapato, lo que parece afectarlas de sobremanera, ya que 'Seaside' muestra su parte más blanda, y que recuerda al debut en largo de las americanas "Before The World Was Big", donde los sentimientos están a flor de piel debido a esas dudas existenciales que van del amor a la vida cotidiana.
En 'Fat Girl' el garage campa a sus anchas en conjunto con un rock cincuentero que traslada el cuerpo a la pista de baile de Pulp Fiction, mientras Molly y Estella cantan con su lado más gamberro para que dejar que el noise de las guitarras se desmelene en 'Transition', pero la melancolía del amor hace que ambas se pongan modositas y algo pomposas, desvaneciéndose la dureza antes mostrada en detrimento de un pop que conserva su dignidad gracias al muro de ruido que 'Glue' trata de endurecer, pero la batalla ante los sentimientos está perdida, el pop lo invade todo debido al fortuito, a la vez que desagradable encuentro con ese amor no correspondido, cuando lo único que ellas pretendían era olvidarse de todo y divertirse en la fiesta a la que 'Blindfold' las había invitado.
