Danny Miller y Max Harwood antes de ser un dúo en Lewis Del Mar, hicieron un trío junto a John Beck en Mission South, una banda que reunía blues rock y garage, con la que llegaron a dar 100 conciertos al año, pero esto es algo con lo que no se sienten cómodos a la hora de hablar, así que nos centraremos en su debut "EP", de nombre homónimo al formato al que hace referencia.
El primer cambio significativo se encuentra en la introducción de la electrónica, junto con la guitarra del primero y la batería del segundo, aumentando la percepción de que sus canciones esconden a alguien más bajo el mismo techo. Esa percepción es palpable después de los 10 primeros segundos de 'Loud(y)', una mirada al pasado reciente de Bloc Party en unión con Alt-J, donde también incluyen un filtrado a los vocales de Dan, que juegan con el sentimentalismo de estar en la cresta de la ola de la felicidad o en lo más profundo del pozo de la tristeza.
Los de Leeds se pasean también por 'Wave(s)', dirigiéndose con ellos hacia un R&B que juega con la sexualidad de la lírica para llevarse a su terreno a 'Memories', en donde Adult Jazz también tienen algo que decir a medida que los sonidos de Björk van entrando y saliendo, eso sí, energizados por alguna bebida isotónica, lo que supone un duro revés para 'Malt Liquor', ya que lo que ellos necesitan ahora es estampar contra la pared un buena botella de cristal mientras esa vida americana de sueños da paso a una rota, llena de violencia electrónica en cada esquina, lo que hace que confundan la realidad de la ficción, hasta que su rabia los desborda y los lanza contra el suelo sin posibilidad de realizar ningún movimiento más.