El cuarteto más en forma de Suecia, y por ende, del sello PNKSLM Recordings, Spice Boys, debuta con "Spice City", un EP debut que es abierto en canal por la incendiaria 'It's Coming', con su punk y garage contante y sonante de corte surfero traído desde Memphis, gracias a NOTS, cantando todo con el mismo estilo vocal que George Mitchell le imprime a Eagulls, aunque aquí el ritmo se ha acelerado para alcanzar el muro de ruido que empaña el sonido de 'Lost Time', provocando que la pólvora se moje y se decanten por un rock cincuentero con el que mover las caderas, pero en cuanto el líquido se vuelve gas, vuelve la locura transitoria del noise a la instrumentación, instaurando de nuevo el caos sonoro.
'Black Scarabs' toma como base todo lo anterior, volviendo a sacar a pasear al cuarteto de Tennessee, teniendo la sensación de que la psicodelia ha salido de la nada y se ha topado con el beneficio de una banda que vuelve a bajar la guardia con una jam session en la que cada uno mira por lo suyo, dejando que el fuzz desahogue sus penas antes de que el descontrol se apodere de 'Fuk Luv', y con él vengan los vocales revolucionarios en contra del sentido del amor que tanto daño ha hecho, despertando la mente sobre el ataque cardíaco sobreproducido por un rock que suena a pelo.
El roll lo dejan para 'Can't Turn Back', deslizándose la maraña de ruido hasta la pista de baile, arrastrando con ella a los vocales fermentados en grunge, hasta que sin ton ni son, y aprovechando el respiro jazzístico de la banda, dos seres poco normales juntan sus almas haciendo que el baile de princesas siga su curso hasta que la batería rompe la hegemonía de las cuerdas en 'Vessel', para que sean éstas ahora quienes sigan su rollo en modo esclavo, aunque el golpe de estado acaba volviéndose en su contra, ya que el desmadre lleva al conjunto a su saturación, sin librarse el micrófono de ello, haciendo que su espíritu post-punk quede entrecortado por Ty Segall cuando se junta con The Muggers.