Oy es un dúo de Gotemburgo formado por Viktor Hansson y Erik Berntsson, ambos viejos conocidos de la escena sueca por haber formado parte de Holy Family, dando aquí ya buena cuenta de su experimentalismo, aunque las cuentas que dan en su nuevo proyecto son para darles de comer aparte y eso lo sabe bien Terrible Records, responsables de la publicación de su EP debut, "Stimming".
'So So' empieza como si el dúo se creyera Gold Panda en clave dream-pop, dinamitando ese sonido sacado de su cubertería, dispuesto en modo batería, en pro de una desgarradora historia sin una dirección clara de su vida en clave jazz bajado a los suburbios del lo-fi, cuyo cocktail explosivo va estallando al son de Animal Collective, hasta acabar tendido a los pies de 'Dunno' y la confidencia pragmática de reverso a los recuerdos del pasado en clave Anohni.
El escenario paisajístico se sigue dibujando a costa de una 'Healing' que traslada los sintes hasta Inglaterra y la música clásica del s. XVI, la cual se ve engrandecida a la par que oscurecida por un huracán que va destruyendo a su paso la composición, hasta el punto de arrebatarles la fuerza y dejarlos desnudos momentáneamente, hasta que al pasar por la casilla de 'Beg', recuperan todo el peso de su música, a la cual tiñen de electricidad por la rabia contenida, aunque mostrándose sin florituras también se sienten cómodos, aunque lo suyo es dejarse abducir por su locura.
'Martial Marxist' va un paso más allá y obliga al oyente a seguir su corriente de pensamiento al tiempo que lo saca del letargo en el que parecía sumido, dándole a este la oportunidad de valorarse a si mismo, confiar y salir adelante, a pesar del ruido que se genere a su alrededor, al cual invitan a hacer caso omiso, y si persiste, emplear en su contra las torturas sonoras que haga falta para que su mensaje quede claro, sin objeciones del tipo 'No No' o sucedáneos, yendo a degüello y dando de lleno donde más duele, hasta verlo alejar de uno mismo.