Noah Gersh y Jamie Schefman han tenido un pasado nada convencional hasta llegar a ser PARTYBABY, ya que el primero solía ser miembro de Portugal. The Man, y el segundo ingeniero de sonido y productor de un montón de grupos, poniéndose en el mapa con los dos últimos discos de 30 Seconds To Mars.
"The Golden Age Of Bullshit" es el primer e inesperado EP de los californianos, del cual solo habían dado cuenta de tres singles hasta la fecha, estando en el disco separados entre ellos para hacer posible la historia que el mismo cuenta, empezando con 'Overload (Intro)', a la guitarra, como si de los mismísimos The Kooks se trataran, y contándonos que la vida en casa y con un teléfono no vale para tener contacto con la gente y/o sentirse solo, cuyo estrés por ello sale desorbitado a través de 'Your Old Man', con guitarrazos empedalados hasta las cejas y una batería furiosa, descubriéndose unos vocales a lo Max Levy (King Of Cats, Garden Centre), por lo que no es de extrañar la locura mental que supone 'Everything's All Right', con altibajos durante las grabaciones de su discurso provocadas por una falta de tratamiento psiquiátrico, que elevan a esquizofrenia el estado en el que el dúo estadounidense se encuentra.
'California' rebaja la euforia anterior al ponerlos a ambos en sus cabales, minimizando la velocidad instrumental para que nada de lo anterior vuelva a suceder, aunque algún brote suelto todavía queda, llevando el rock a derroteros del pop para controlarlo, medicándose con altas dosis de 'Don't Say It' para mantener a nulo rendimiento su cerebro, con la repetición una y otra vez del título y balanceándose de adelante hacia atrás en la zona de confort que su intelecto les permite.
'New Years 2014 On A Beach (Felicity)' vuelve a llenar sus cabezas de pájaros que activan su vuelta, en clave Circa Waves, con un pop juvenil de baquetas que parecen golpear el agua para soltar la rabia acumulada, llegando a los niveles de Beach Slang en 'I Don't Wanna Wait', derramando sangre Marilyn Mansoniana en los momentos finales, en concordancia con la amarga despedida que supone 'Overload (Final)', desde la más completa soledad, chillando interiormente, con una rayo de sol asomando por su ventana, demostrándose a sí mismo que la sobrecarga se elimina en compañía, pasando por su mente imágenes del fin de semana con los amigos, en donde brindan, ríen, saltan, bailan, caen... hasta volver a levantarse de nuevo.
Foto: Yimmy Yayo