Balcanes han tardado dos años y medio en volver a mostrarse, tras el 7" que protagonizaron para la extinta Discos Humeantes, ahora Humo, la cual contenía las perlas "Plataforma / Autopista". El siguiente paso ya está aquí, llevando por nombre "Carne Nueva", y siendo el álbum debut de una banda que no despeja mucha información sobre su paradero actual así como los integrantes que componen la banda, dejando que ni siquiera la portada (obra de Néstor Sevillano) hable de ellos.
El mimetismo que demuestran, casa con lo oscuro de su propuesta, metiendo 'Pánico' desde la intro que registran, una de esas que eléctricamente le ponen a cualquiera en situación de tensión dentro de una película de terror de hace unos cuantos años, con la respiración contenida y una lírica que solo avisa de que ya no hay vuelta atrás, de que aquí hasta el final de lo que se trata es de sobrevivir, sea como sea, y no lo van a poner nada fácil, dando 'Combustible' fe de ello, metiéndose entre una maleza ruidosa de rock instrumental, endurecido por los muros industriales a lo Girl Band que soportan el punk de los vocales.
'Masada' es el ahora o nunca, por eso va cortando las venas a seguetazos, visualizando una de las guitarras un atisbo de luz, el cual jamás llega a concretarse en algo más hermoso y más oscuro que la peor de las tempestades eléctricas, con deformaciones vocales sufridas por el azote de la batería y las cuerdas, sucumbiendo las mismas a 'Desorden', la cual se mantiene en ese mismo espacio-tiempo gutural, navegando la instrumentación en la misma onda frecuencial que el micrófono, estallando a la vez ambos, en los mil pedazos que recoge 'Rojo Máquina' para consagrar su efecto aterrador, utilizando un ritmo militar que no lo haga perder su propio control, rindiendo pleitesía a todo lo antagónico a lo que sus mentes se rinden.