PALM HONEY debutan con el EP "Tucked Into The Electronic Wave", haciendo 'Palace' los honores a base de un dream-pop que toma los mismos tintes psicodélicos con los que Baywaves nos aniquilan cuerpo y mente, no bajándose de la ola sobre la que están instalados sus riffs de guitarra, añadiendo una intensidad cada vez mayor que acaba con una explosión de cuerdas al que se suman unas trompetas que se marcan así por la cara un 'Destination Calabria' en toda regla, cuyo posible trasvase al dance, se ve relegado a un garage del que mama 'Stick The Knife In' tras unos principios de guitarra y batería en solitario, con las cuerdas emperradas en desestabilizar el ritmo y modelarlo de forma que se perciba de un modo abstracto, no dudando en tirar a su vez de un teclado que hace las veces de theremin cuando se arrima a su parte más ensoñadora la cual clama al cielo del fuzz para y por su libertad creativa, calmando 'Going Normal' los ánimos de una forma interplanetaria, elevándose por encima de los 60's en su viaje regresivo de psicotrópicos sin Tame Impala, de ahí la acidez de sus guitarras, sin refinamiento ninguno por la vida, la paz o el amor ☮.
'I Can Try' centra su viaje en la misma década que su antecesora, pero imaginándose como van a ser los 80's, de ahí que las teclas tubulares, la brillantina y el glamour se hagan con el control sonoro, tentando a los 50's a mostrar el rock que lleva instaurado, pero las circunstancias los llevan a volverse algo más oscuros, a rozar por momentos a TIGERCUB antes de entrar en escena el juego de dobles trompetas, que esta vez se vuelcan más con el jazz y los delirios de grandeza de la comitiva que lo arropan, girando estroboscópicamente y sin sentido alguno hacia una stoner tortuoso, que se encarga de cerrar el megamix que se han marcado entre pecho y espalda.