El trío londinense debuta con "Gutter Press", un EP cargado de rock británico que ensalza el honor de 25 Hour Convenience, el sello del neoyorquino Gary Powell, batería de The Libertines, el cual los echó el ojo con su primer single, 'TwentyNothing', donde los jóvenes se muestran con los ojos en llamas debido a la excitación que les provoca la exploración de las cuerdas por la ruta que marcan el dueto formado por la guitarra de Luke y el bajo de Jake, los cuales se ven envueltas en un circo mediático del que no se salvan ni la ironía de los vocales, los cuales hacen honor a su patria.
'Thick Skin' muestra su lado más ácido, el cual se viene arriba cuando recuerdan que ellos quieren sonar como se hacía en los 90's, dando una de grunge y otra de garage, dándose de morros las cuerdas entre sí, protagonizando una escena de lo más tórrida que alcanza su clímax cuando la sangre asoma por las manos de Barney tras mostrar el golpeo de baquetas al que 'Slew' sigue el rollo, intensificando su efecto la pedalería, asomando el stoner la cabeza por el amplificador, mimetizándose con la contundencia con la que el fuzz infesta el tema cual piraña enajenada por el hambre.
La ida de pinza cada vez va siendo mayor, llegando 'Weigh In' al robo con violencia y alteración de la realidad de la que hace gala, debido a lo que parece una falta de sueño que esconde una velocidad desmedida provocada por la toma de posesión de drogas de los hermanos Gallagher, lo que provoca una sudoración excesiva del encintado poético-festivo que encierra el diablo que habita en su micrófono, ganándose el cielo 'Comfort Consumption' a través de la formación indie que no acaba de encajar el golpe que supone la avería del cuadro eléctrico de sus inicios, ondeando una bandera blanca de redención que se lamenta de esa parte frágil que parece sacada de cualquier historia burda de amor de la que uno ya conoce el infeliz final que la espera.